Blogia
taller de integración

MEMORIAS POLIMODAL (PARTE 1)



ALUMNO: LIC. MARIANO ORTIZ

ESCUELA: 4-073 Adolfo Bioy Casares

CURSO DE RESIDENCIA: 1° 1ª Turno Tarde

ESPACIO CURRICULAR: Comunicación Organizacional

PROFESOR/A A CARGO: Graciela Mercado

TUTOR: Prof. Graciela Mercado

 

 

La escuela Adolfo Bioy Casares

Parte de la práctica en Polimodal lo realicé en la escuela Adolfo Bioy Casares, al cual sólo conocía de nombre, pero nunca la había visitado. Al llegar tuve la impresión de que era un colegio humilde, pero limpio y ordena

do.

El día que tuve que realizar la observación llegué al colegio con más de media hora de anticipación, ya que era la primera vez que iba, y no sabía cuanto tardaba el colectivo así que exageré la puntualidad, para poder preveer cualquier inconveniente que tuviera para llegar.

Llegué justo en el recreo. A los chicos se los veía muy alborotados, lo cual lo atribuí al hecho de que era día viernes. Apenas entré, se me acercó un preceptor y amablemente me preguntó cual era el motivo de mi presencia. Le expliqué  que tenía que hacer las prácticas en las horas de Graciela Mercado y que había llegado temprano para conocer el colegio. Atentamente me invitó a pasar a la sala de profesores. Una vez terminado el recreo, me dispuse a recorrer el colegio: conocí el buffet, los baños, la disposición de los cursos, etc. Conversé un rato con el señor que atiende el buffet, y hablando de los alumnos, me comentó de algunos casos de embarazos juveniles, de violencia familiar, problemas de algunos chicos con la ley, etc. Fue así como obtuve un primer panorama de la situación del colegio.

La escuela A. Bioy Casares se encuentra en el Barrio Infanta, cuya población es de medios y bajos recursos, con padres ocupados laboralmente en el trabajo informal, empleadas domésticas, comerciantes y pertenecientes a la administración pública. También hay un gran porcentaje de hijos de padres beneficiarios de planes sociales y desocupados.

 

Pocos alumnos, pero difíciles

Mi primer contacto con el curso donde iba a hacer las prácticas de polimodal fue cuando hice la observación en este nivel. Anteriormente en la sala de profesores, Graciela me había presentado a los demás docentes, y ahí me enteré un poco del comportamiento de los chicos de 1ro 1ra, que el era el curso donde iba a realizar mi práctica. Los profesores bromeaban sobre el curso que me había tocado, además Graciela me había comentado que se trataba de un curso algo difícil, así que me dirigí al curso con esa expectativa, de que era un grupo que me podía complicar las cosas.

Al llegar al curso, al igual que en EGB 3, me llamó la atención la poca cantidad de alumnos. Recuerdo que le consulté a Graciela si habían faltado muchos, y me dijo que no, que en ese curso son pocos.

 

Objetivo: pasar desapercibido

La experiencia de observación en esta instancia, al contrario de lo esperaba, se desarrolló tranquilamente. Si bien se notaron varios problemas de conducta, no pasó nada grave como para que tuviera que pensar en recaudos especiales a la hora de hacer mi práctica.

En esta segunda instancia de observación, a diferencia de la primera, decidí sentarme atrás, en la última fila, y funcionó. Mi presencia pasó desapercibida y me encontraba menos expuesto a la hora de tomar apuntes y/u observar.

La situación que más me llamó la atención fue el grado de participación acertada en la materia, de conocimiento correcto, que tenían los más indisciplinados, como era el caso de Luis: un alumno que contestaba con bastante precisión las preguntas que hacía Graciela, pero que a la vez presentaba serios problemas de disciplina.

El tema trabajado en esta clase fue “Comunicación Organizacional Externa”, en al cual se utilizó un documento que fue leído por los alumnos, intercalándose la exposición didáctica de la profesora, o la aclaración de algunos conceptos cuando se lo requerían o lo consideraba necesario.

 

Preparación de la clase

En cuanto a la preparación de la primera clase, al ser Graciela, nuestra tutora, la docente a cargo, tuve acceso a un muy buen material elaborado por ella. A partir de éste, fue que me dispuse a pensar en la estrategia que iba a utilizar para dar el primer tema que me tocaba: “Elementos de la Identidad Visual”.

Seguíamos trabajando con Anahí debido a que a ella tenía la misma materia y en la misma escuela, pero en otro curso. Hasta iban por el mismo tema. Así que decidimos dar el tema de la siguiente manera: Proyectar unas diapositivas en Power Point, previa lectura de un documento. Le consultamos a Graciela que opinaba ya que, más allá de la tutoría, necesitábamos su opinión sobre la viabilidad de la estrategia para cada curso, al ser sus alumnos y conocerlos bastante bien. Previamente habíamos averiguado sobre los recursos tecnológicos, la disponibilidad de estos para nuestra práctica, etc.

A Graciela le pareció perfecto, ya que muchos profesores utilizan el proyector con los alumnos, y al ser unos cursos no tan numerosos, no iba a ver problemas con el traslado de la clase hacia la biblioteca, donde se encontraba el dispositivo.

Una vez que Graciela nos dio el ok” sobre la estrategia pensada nos pusimos a trabajar. Acá vale la pena una aclaración: nos confundimos con Anahí en la división de tareas, y sin querer, cada uno realizó su documento en Power Point. Por un lado, fue beneficioso ya que cada uno confeccionó el material a su criterio, y por el otro, al realizarlo individualmente permitió que ya fuéramos pensando en la exposición, las pausas, las posibles aclaraciones de los temas tratados, las posibles consultas, etc.

 

Una experiencia inolvidable

Luego de chequear el material informático en la biblioteca, y cumplido el horario para entrar al aula, me dirijo a la misma donde ya me esperaba Graciela. Ella hace una breve presentación, y me deja a cargo de la clase. Ya a esta altura, con la breve experiencia de EGB 3 junto con las observaciones, me sentía mucho mas relajado y seguro. Al tema lo tenía bastante preparado, ya que al elaborar el documento, tenía bien en claro por donde iba a ir la exposición didáctica.

Para la primera parte de la clase apliqué una estrategia que vi que funcionaba bien en este curso cuando realicé la observación: lectura de los alumnos intercalada con aclaraciones, explicaciones y pedido de ejemplos por parte del profesor.

El curso participó muy bien, de manera ordenada, coherente, sin problemas graves de disciplina, y los chicos estuvieron muy colaborativos en general. Surgieron preguntas, dudas, las cuales fueron resueltas con explicaciones alternativas y búsquedas de más ejemplos. Como el tema era “Los elementos de la Identidad  Visual” en donde su explicación conlleva bastante ejemplificación, que está al alcance del conocimiento de los alumnos al tratarse de productos y marcas, fue que el documento elaborado y la exposición fueron enriquecidos por el aporte de los chicos.

Ya terminado el primer módulo, nos dirigimos con Graciela a la sala de profesores, como hicimos en la experiencia de observación. El clima laboral que había en esa sala es uno de los mejores a los que he asistido: charla amenísima con los demás docentes, muy atentos todos, y no sólo en esta oportunidad, ya que lo había experimentado en la observación.

Uno de los docentes estaba bromeando con Graciela sobre nuestra profesión y la ley de medios, muy en boga por esos días. De pronto entra la bibliotecaria, y me pregunta donde había dejado el proyector. Nos miramos confundidos con Graciela, y le contesté que no lo saqué, que me fui de la biblioteca cuando terminé de chequear el material. Salimos de la sala de profesores, y la bibliotecaria, una señora de entre 50 y 60 años, nos cuenta que cuando ella volvió de tomar el té, no estaba. Rápidamente dimos aviso a la regente, que luego de preguntar a los empleados que podían haberlo sacado, llamó a la policía.

Con los profesores recorrimos el patio, pasillos, lugares donde alguien podría ocultar un proyector, pero no apareció. Revisaron algunos cursos y nada. Luego llegó la policía y tomó unos datos, recorrieron el patio y entrevistaron a parte del personal.

Mientras buscábamos en el patio, la bibliotecaria me pregunta por qué no le avisé que me iba de la biblioteca. Ahí me di cuenta para donde iba esa pregunta, y le contesté que no tenía porque, si nadie me dijo que me hiciera cargo, que ella nunca me dijo que no tenía que quedar sola la biblioteca, ni que la esperara. Esta señora entraba y salía constantemente.

Una vez que intervino la policía, Graciela me dijo que siguiera con la clase, ya que había pasado un buen rato y los chicos estaban solos, así que me dirigí al curso.

Los chicos estaban enojados porque le habían dicho que tal vez lo iban a revisar, así que Graciela les habló para que siguieran colaborando con la clase, que la iba a finalizar sin las diapositivas que pensaba proyectar. Así que continuamos con la clase, sin Graciela, ya que estaba en dirección hablando con la regente sobre lo sucedido.

Después de que se calmaron, seguimos con el tema pero de manera oral, y tratando de graficar algunos contenidos en el pizarrón. La clase se desarrolló perfectamente. Los chicos realizaban las actividades, consultaban dudas, pedían más explicaciones, participaban de la clase. Llenaron el pizarrón de isologotipos, eslogans, y demás ejemplos de los temas tratados. Todo perfecto. Hasta que unos de ellos, que se sentía descompuesto, terminó vomitando en el curso. Así que tuvimos que terminar la clase en el patio ya que el olor que había quedado era insoportable.

De esta manera terminé la primera y última práctica de polimodal en la escuela Adolfo Bioy Casares, ya que los directivos decidieron suspenderme de la misma por negligencia en mi función, según habían expresado en una carta enviada a la Facultad.

Solidaridad + respaldo = Tutoría

Al igual que en las prácticas de EGB 3, el papel que cumplió Graciela fue excelente, y debo recalcar que me sentí plenamente respaldado en los momentos difíciles antes mencionados, teniendo en cuenta que ella era la docente a cargo de las horas, además de ser la tutora de mis prácticas. Doble responsabilidad y afectación al caso, a pesar de que pudo haber tenido una postura mas neutra, totalmente entendible, al ser sus horas y pasar gran parte de su semana laboral dentro de ese establecimiento.

Aquí debo hacer una mención especial sobre este tema, ya que, repito, hubiera sido totalmente entendible, tomar una posición más neutral en el caso. Podría haberse desentendido del tema ante las acusaciones que surgieron hacia mi persona por parte de la bibliotecaria, en una declaración que hizo en la comisaría que tomó la denuncia que realizó la escuela. Sin embargo, y sin la obligación de hacerlo, tomó la decisión de respaldarme y defenderme, de avisarme e informarme de todo lo que acontecía. Desde mi punto de vista esto excedía su papel de tutora, por lo cual estoy más que agradecido, al igual que con el resto del equipo, ya que fue categórica la posición que tomó la cátedra en este tema al confirmarme su respaldo, a través de las palabras de Martín Elgueta, en una charla que tuvimos.

Volviendo al tema de los aportes de la tutoría en la etapa de preparación de la clase fueron muy positivos, desde la sugerencia de material a utilizar, como así también en la libertad que teníamos para preparar la clase y la estrategia a utilizar. Destaco esto no ya desde el papel de tutora de Graciela, sino el de profesora a cargo.

Con respecto a los espacios de tutorías afirmo que fueron más que suficientes, ya que a esta altura habíamos alcanzado una dinámica de trabajo en la cual, un pequeño encuentro semanal sumado a varios mails en los cuales le enviaba algún documento, y ella me los devolvía con las correspondientes correcciones o sugerencias, y junto a llamadas telefónicas, mensajes de textos, etc.,  hacían de la tutoría un espacio dinámico, fluido y muy práctico, ya que no había que esperar, por ejemplo, un turno para que me atendiera. Si tenía que esperar era muy breve el tiempo, ya que las consultas con los demás residentes solían ser breves.

0 comentarios